Resumen

En esta ocasión hemos decidido usar un clickbait en el título, porque este es un tema
recurrente en todos los proyectos. Todos queremos ahorrar dinero o poder gastarlo en
aquello que nos parece mejor. La solución es fácil, pero, como en todo, hay que
ponerse manos a la obra. En este artículo repasaremos algunos aspectos que te
ayudarán en el proceso de la optimización de costos en la nube.

Cómo entender la factura ayuda a bajarla enormemente

No decimos nada nuevo al afirmar que, para optimizar los gastos, es necesario
comprender y compartir la información suficiente con todos los participantes de
nuestras cargas de trabajo (aplicaciones, entornos, proyectos, etc). Esto nos permite
tomar decisiones acertadas y fomentar la colaboración del equipo en la optimización
del gasto.
Esto parece, a priori, algo sencillo y evidente. Entonces, ¿por qué no se aplica?
Se trata de un ejercicio de transparencia interna, de comunicación y de trabajo en
equipo. ¿Te suena? Pues muchas empresas suspenden en estas tres áreas.
El responsable financiero, en este caso, no entiende la factura de la nube, y el equipo
técnico (desarrolladores, product owners, DevOps, etc...), ni siquiera recibe esa factura.
Es curioso, porque precisamente el equipo que tiene más capacidad para tomar
decisiones de optimización no está involucrado en el proceso.
Así pues, este es el primer truco: involucra a toda la organización, entiende la factura
(o busca ayuda para entenderla) y trabaja conjuntamente las estrategias de
optimización.
Como puedes observar, de truco tiene bien poco.

Mide la eficiencia de tu arquitectura

Bien, esto llama la atención, pero lo hemos experimentado en muchas ocasiones. Haz
el siguiente ejercicio: reúne a diferentes roles de tus equipos y pídeles que dibujen un
esquema de los componentes y dependencias de tu aplicación. Verás algo
sorprendente: nadie tiene la foto completa.
En un modelo de consumo de pago por uso, conocer exactamente cada pieza del
rompecabezas ayuda a medir su rendimiento, eficiencia e impacto en la factura.
Invierte más esfuerzo en aquellas piezas esenciales para optimizarlas.
En resumen, sabremos adónde se va el dinero, quienes son las personas responsables
de buscar la estrategia de optimización, y en definitiva, seremos más eficientes.

 

El “no truco” sería: ten documentado los diseños de alto nivel de todas tus cargas de
trabajo, un catálogo de sus componentes y, lo más importante, mantén esta
información actualizada y disponible para todos. Verás que lo realmente caro es omitir
este consejo.

Estrategias de ahorro nativas de la nube

El proveedor (quien nos cobra) nos da herramientas para el ahorro y consejos útiles de
optimización. Esto es cierto, pero tiene un precio oculto.
Por ejemplo, adquirir compromisos de uso y reservas de recursos nos permite obtener
mejor precio, pero nos vincula a ese contrato por un tiempo determinado (de 1 a 3
años). Si se hace de forma correcta, puede suponer un ahorro muy suculento, pero, si
no estudiamos bien el tipo de compromiso, podría convertirse en lo contrario.
Otra estrategia de ahorro nativa es la adopción de servicios PaaS (Platform as a
Service) vs servicios IaaS (Infrastructure as a Service).
PaaS es más caro si solo tenemos en cuenta la estimación de la calculadora de precios,
pero hay que conocer bien los costes indirectos de los servicios IaaS, (mantenimiento
del sistema operativo, parches, configuraciones, etc.).
La decisión entre IaaS y PaaS da para más de un artículo, pero, según nuestra
experiencia con nuestros clientes, suele estar más relacionada con la madurez
tecnológica con los costes.
Así que nuestro truco/consejo es que tengas en cuenta los costes ocultos e indirectos a
la hora de diseñar los servicios que consumes en la nube.
Si todo esto te suena y lo has sufrido, no se trata de abandonar y volver al on-prem. Es
divertido, pero muchos clientes, llegado a este punto, se lo plantean sin recordar qué
los llevó a huir del CPD. No recuerdan que allí las guerras eran otras igual de
sangrientas. Tendemos a olvidarnos de lo malo e idealizar lo bueno.
Gestionar la infraestructura en la nube con un enfoque en la optimización de costes no
solo reducirá la factura, sino que brindará más control, más eficiencia, más seguridad y
proporcionará a tus equipos una visión estratégica del negocio.

 


Sergio Jiménez Narbona
Cloud Architect

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